El análisis,
entendimiento e interacción que el hombre tenga hacia el cuerpo humano,
está estrechamente ligado al contexto histórico en que éste análisis se
realice. Así, en la antigüedad, la
figura del cuerpo humano estaba directamente relacionada con la belleza y la
libertad, así como estrechamente a lo sagrado. La contemplación de lo
maravilloso puede llegar a ser la interacción entre el hombre y su cuerpo.
El oscurantismo y la represión del
Medioevo pusieron un candado al cuerpo humano, pasando a ser una simple masa de
carne y hueso, asociado más al pecado y a lo negativo que a la belleza en su
máxima expresión, no así a la libertad que postulaban los griegos.
Con el Renacimiento, el hombre tuvo la
oportunidad de volver a contemplar lo maravilloso y atractivo que es el cuerpo
humano. En un inicio el arte estuvo a la vanguardia de la interacción entre
hombre y cuerpo. Diversos fueron los autores que crearon obras de arte
plasmando en sus telas y esculturas las curvas del cuerpo humano. El
crecimiento de la oligarquía mercantil en Europa, estrechamente ligado a la
interacción de diversas culturas, permitió el nacimiento de los mecenas quienes
pagaban a artistas para crear obras de arte, distanciándose cada vez más de la
represión y el oscurantismo católico, permitiendo una mayor exploración del
cuerpo y sus características.
Ya desde fines del siglo XVI, la
ciencia empírica por medio de la observación, empezó a analizar el
comportamiento y reacciones del cuerpo humano. Producto de pestes masivas y la
incertidumbre del comportamiento del cuerpo humano, se llegó a la necesidad de
encontrar curas a estas enfermedades y a entender, y comprender las funciones
realizadas dentro de nuestros organismos.
La anatomía en una primera instancia,
gracias a los estudios de Vesalius, el cuerpo humano toma una connotación
arquitectónica, quien es considerado padre y precursor de la anatomía. Con el
nacimiento de la medicina moderna, se da comienzo a las primeras disecciones
masivas, donde los espectadores realizaban una paga para presenciar el estudio
del cuerpo humano. Rembrand bien lo refleja en su famosa obra titulada La
lección de anatomía del Dr. Nicolaes Tulp. Esta obra representa la importancia
para algunos de cómo estaba compuesto el cuerpo humano pues ya no era tabú trabajar
o hablar del cuerpo, ya no representaba un templo. En el arte representaba la
hermosura, la libertad, y en su máxima expresión, en cambio, tratado el cuerpo
como estudio, se ha dado por muchos años.
Producto de la Revolución Industrial y
la Revolución Francesa, se masifica el estudio anatómico del cuerpo, la
sociedad empieza a tomar un mayor control sobre el cuerpo: ya no tiene una
concepción religiosa y es utilizado como fuente de estudio.
La sociedad moderna que se empieza a
formar en el auge de las ciudades modernas, permitió la creación de una
corriente científica cada vez más alejada de la religión, la teología, dando
paso a una ciencia cada vez más analítica y observadora, que con los medios que
disponía en su tiempo dio grandes avances para el nacimiento de lo que hoy
conocemos como medicina.
Ya en el siglo XIX, se produce un avance importantísimo en la
anatomía gracias al avance científico y tecnológico que se produce en la
medicina, logrando desarrollar nuevas técnicas y adoptando un mayor
conocimiento.